Una explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, bajo el Puente de la Concordia, transformó una tarde ordinaria en una escena de caos y tragedia. Sin embargo, en medio de la devastación, emergió un acto de valentía y amor incondicional: Alicia Matías Teodoro, una abuela trabajadora, se convirtió en un escudo humano para proteger a su nieta de dos años de las llamas y la onda expansiva.
Un acto de amor en medio del infierno
Alicia, de 49 años, trabajaba como checadora y despachadora en una base de camiones en Santa Martha. Ese día, como en muchas otras ocasiones, llevaba consigo a su nieta Azuleth. Según relatan sus familiares, una serie de circunstancias fortuitas la llevaron a estar en el lugar y momento exacto de la explosión. Cuando el estruendo sacudió la calzada Ignacio Zaragoza, Alicia reaccionó instintivamente, cubriendo a su nieta con su cuerpo para protegerla del calor y las partículas incendiarias.
Testigos y cámaras captaron imágenes desgarradoras de Alicia, con el cabello y la ropa chamuscada, caminando sobre el asfalto ardiente junto a su nieta. En una escena particularmente impactante, se la ve hincada en el pavimento, aferrada a la niña, agotada y herida. Su valentía no pasó desapercibida; un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acudió rápidamente en su auxilio.
La lucha por la vida continúa
Alicia sufrió quemaduras severas en el 80% de su cuerpo y actualmente se encuentra en estado crítico en el Hospital General Dr. Rubén Leñero. Su familia ha iniciado una campaña en redes sociales para solicitar donadores de sangre y apoyo económico para cubrir los gastos médicos. La pequeña Azuleth, milagrosamente, solo sufrió heridas leves gracias al sacrificio de su abuela.
La historia de Alicia es un testimonio del poder del amor y el instinto de protección. Su acto heroico ha conmovido a la comunidad y sirve como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de crisis.
Apoyo a la familia
Si deseas colaborar con la familia de Alicia, puedes comunicarte a través de las redes sociales donde se está difundiendo su caso. Cada aporte, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia en su lucha por la recuperación.