Una tragedia sacudió la Ciudad de México el pasado 10 de septiembre cuando una pipa cargada con aproximadamente 50 mil litros de gas volcó bajo el Puente de la Concordia, en la calzada Ignacio Zaragoza de Iztapalapa. El accidente desató una explosión devastadora con consecuencias palpables en un amplio radio.
Onda expansiva y caos generalizado
La explosión generó una onda expansiva que afectó a conductores, peatones, usuarios del transporte público y comerciantes de la zona. Las imágenes del lugar muestran la magnitud del desastre: una densa nube de humo blanco y llamas elevándose hacia el cielo, visibles desde distintos puntos del oriente de la ciudad.
Vehículos calcinados y daños materiales
Al menos 18 vehículos y una motoneta fueron alcanzados por el fuego, quedando muchos de ellos completamente calcinados sobre el asfalto. El fuego se propagó en un radio de al menos diez metros, dejando a su paso restos metálicos, cristales rotos y partes de vehículos dañados por el calor. Los bomberos trabajaron arduamente durante horas para enfriar el contenedor de la pipa y prevenir una nueva explosión.
Operativo de rescate y atención a heridos
Un extenso operativo de rescate se desplegó en la zona, con ambulancias, paramédicos, militares y voluntarios brindando asistencia a los heridos. Se atendieron personas con quemaduras y cortaduras de diversa gravedad, desde lesiones leves hasta afectaciones severas en la piel. Los equipos de Protección Civil acordonaron el área para facilitar las labores de rescate y seguridad.
Las autoridades aún investigan las causas del accidente. Este incidente sirve como un recordatorio de los peligros asociados al transporte de materiales peligrosos y la importancia de tomar medidas preventivas para evitar futuras tragedias.