Dina Boluarte al Borde de la Destitución en Perú
El gobierno de Dina Boluarte en Perú se encuentra en una situación crítica. El Congreso peruano ha sido escenario del anuncio de hasta tres mociones de vacancia (destitución) contra la presidenta, Dina Boluarte. Lo llamativo es que algunas de estas mociones provienen de partidos que tradicionalmente han apoyado a la mandataria desde su asunción a la Presidencia a finales de 2022.
El Giro Inesperado de Fuerza Popular
El golpe más duro para Boluarte proviene de Fuerza Popular, el partido liderado por Keiko Fujimori. Históricamente, Fuerza Popular ha sido un pilar fundamental para la estabilidad del gobierno actual. Sin embargo, en un comunicado reciente, anunciaron su respaldo a cualquier moción de vacancia. Argumentan que el país atraviesa una grave crisis de inseguridad y una preocupante falta de liderazgo.
“Aunque reste poco tiempo para concluir su mandato, no podemos permitir ni una víctima más. Por ello, Fuerza Popular votará a favor de la vacancia presidencial, convencido de que es una medida necesaria para iniciar una nueva etapa de gobernabilidad, orden y esperanza”, reza el documento emitido por el partido.
¿Cuenta Regresiva para la Destitución?
Si Fuerza Popular mantiene su postura, una moción de vacancia podría alcanzar 98 votos, superando los 87 necesarios para destituir a la presidenta. Este escenario plantea serias dudas sobre el futuro político de Dina Boluarte.
Mociones de Vacancia desde Distintos Sectores
A la moción inicial presentada por Renovación Popular, un partido ultraconservador liderado por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, se sumaron mociones similares del partido derechista Podemos Perú, encabezado por José Luna, y de la Bancada Socialista, que agrupa a varios parlamentarios de izquierda. Estas mociones coinciden en señalar la incapacidad moral de la mandataria para combatir la creciente inseguridad generada por el crimen organizado.
Inseguridad y Desaprobación: Un Cóctel Explosivo
Con apenas seis meses restantes para la primera vuelta de las elecciones generales de 2026, donde se elegirá al sucesor de Boluarte, la presidenta enfrenta una creciente impopularidad. Su nivel de aprobación se sitúa en un alarmante 3%, convirtiéndola en la presidenta menos popular de Latinoamérica. La combinación de la crisis de inseguridad, la falta de apoyo político y la baja aprobación ciudadana colocan a Dina Boluarte en una situación extremadamente vulnerable.