El escrutinio definitivo en la Ciudad de Buenos Aires ha confirmado lo que muchos esperaban: Martín Lousteau, presidente de la UCR, ocupará una banca en la Cámara de Diputados. La disputa, voto a voto, con La Libertad Avanza (LLA) llegó a su fin, dejando al partido de Javier Milei sin la posibilidad de sumar un octavo diputado.
Lousteau celebra, Milei cuestiona (en silencio)
La diferencia final, según fuentes oficiales, fue de 1806 votos. Este resultado desató una serie de reacciones, incluyendo celebraciones por parte del equipo de Lousteau y acusaciones veladas hacia el oficialismo por una supuesta campaña de desinformación. El propio Lousteau utilizó su cuenta en la red social X para expresar su alivio y criticar las “mentiras” propagadas durante el proceso.
“Durante estos cinco días hemos tenido que soportar agravios y una inédita campaña de desinformación por parte del oficialismo que instaló que nuestra diputación estaba en riesgo cuándo no era así”, afirmó Lousteau. Subrayó que prefirieron esperar el recuento definitivo en silencio, confiando en las instituciones y el trabajo de sus fiscales.
El tablero político en CABA tras el escrutinio
De las 13 bancas en juego para diputados en la Ciudad de Buenos Aires, el escrutinio provisorio había arrojado los siguientes resultados: La Libertad Avanza con siete bancas, Fuerza Patria con cuatro, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores con una, y Ciudadanos Unidos (el partido de Lousteau) también con una. La incertidumbre radicaba en la última banca, que, por el sistema D'Hondt, quedaba en disputa entre Lousteau y los libertarios.
¿Qué significa esto para el futuro?
La confirmación de Lousteau como diputado nacional fortalece su posición dentro del radicalismo y le da una plataforma importante para influir en la agenda legislativa. Por otro lado, aunque La Libertad Avanza no logró sumar un diputado adicional, su desempeño general en la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo notable, consolidándose como una fuerza política relevante. Este resultado final en CABA marca un antes y un después en la configuración del poder legislativo y anticipa un escenario político dinámico y competitivo en los próximos años.