La adrenalina vuelve a encender el Circuito de la Sarthe este fin de semana con la 93ª edición de las 24 Horas de Le Mans. El piloto español Miguel Molina, junto a Ferrari, buscará revalidar el título conquistado el año pasado, pero la competencia será feroz con Toyota mostrando una gran consistencia y Cadillac y Porsche sorprendiendo con su ritmo.
Un desafío épico en el corazón de Francia
Más de 60 coches, divididos en tres categorías, se enfrentarán a uno de los circuitos más exigentes del mundo: la Sarthe. Con más de 13 kilómetros por vuelta, esta pista semipermanente combina tramos de carretera pública con secciones diseñadas para la competición, incluyendo el mítico puente Dunlop y las desafiantes curvas Porsche.
Ferrari contra el mundo
Miguel Molina, al volante del Ferrari 499P junto a Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, tiene la difícil tarea de defender la corona de 2024. La victoria del año pasado fue agónica, gracias a un favorable Balance of Performance (BOP), un sistema diseñado para igualar el rendimiento de los vehículos y aumentar la competitividad. Sin embargo, este año Toyota llega con una solidez notable, habiendo puntuado en las tres primeras carreras del campeonato. Previo a los triunfos de Ferrari, Toyota acumuló cinco victorias consecutivas, dos de ellas con Fernando Alonso al volante.
Actualmente, Ferrari domina el Mundial de Resistencia, con sus dos equipos de pilotos en la cima de la tabla. Una victoria en Le Mans consolidaría aún más su liderazgo en el ecuador del calendario. Pero la competencia no se lo pondrá fácil.
“Toyota tiene más experiencia”
A pesar de su dominio, en Ferrari prefieren no ostentar el título de favoritos. Miguel Molina ha declarado que espera una carrera muy reñida entre varias marcas. “Estamos concentrados en la carrera, que es donde dan los puntos y donde creemos que podemos tener un buen rendimiento. Va a estar muy apretado entre todas las marcas”, afirmó el piloto español.
La clave para la victoria, según Molina, será mantenerse en posición de luchar por el triunfo en las últimas seis horas de la carrera. Partiendo desde la séptima posición, el equipo deberá evitar problemas en las primeras horas y mantenerse entre los cinco primeros para tener opciones al final. Todos se miran de reojo, pasándose la etiqueta de favorito, pero lo cierto es que este año las 24 Horas de Le Mans prometen ser un espectáculo inolvidable.