San Lorenzo atraviesa momentos turbulentos, tanto en lo institucional como en lo deportivo. En medio de esta incertidumbre, surge una pregunta clave: ¿quién es el futbolista más valioso del plantel actual? Si bien nombres como Orlando Gill y Gastón Hernández suenan fuerte, la realidad es otra.
El sorpresivo líder del ranking
Contrario a lo que muchos podrían pensar, el jugador con mayor cotización en el mercado no es otro que Jhohan Romaña. El defensor colombiano, de 26 años, se ha convertido en una pieza fundamental en la estructura defensiva del equipo y su valor asciende a los 7 millones de dólares, según Transfermarkt. Supera incluso a jugadores experimentados como Andrés Vombergar.
Romaña, quien llegó al club con un perfil bajo, se ha ganado el cariño de la afición y se ha consolidado como un activo valioso tanto en lo deportivo como en lo económico. Su polivalencia, al poder desempeñarse como central o lateral derecho, lo convierte en una pieza codiciada.
Austeridad y estrategia en el mercado
En un contexto de crisis económica y búsqueda de equilibrio financiero, la presencia de un jugador como Romaña representa una garantía en el campo y una carta estratégica en el mercado de pases. San Lorenzo concentra su mayor capital en jugadores defensivos, lo que refleja una apuesta por la solidez en la retaguardia.
¿Más salidas en puerta?
Tras la partida de jugadores importantes como Iker Muniain, Malcom Braida y Elián Irala, la dirigencia de San Lorenzo ha tomado una decisión firme: no habrá más bajas en el plantel profesional, a menos que se pague la cláusula de salida del jugador y este esté de acuerdo. Una medida para cerrar el grifo y mantener la base del equipo en medio de la tormenta.
El futuro incierto del club
Julio Lopardo, vicepresidente en uso de la presidencia, ha reconocido la difícil situación financiera del club y la latente amenaza de un pedido de quiebra por parte de un fondo suizo. En este contexto, la gestión actual busca levantar las inhibiciones y evitar que caigan más juicios sobre la institución. El futuro de San Lorenzo es incierto, pero la dirigencia apuesta a mejorar día a día y volver a ser el club que supo ser.